lunes, 21 de septiembre de 2009

DIOS SE MUESTRA EN LO INSIGNIFICANTE

Nosotros los cristianos delante de Dios tenemos una manera oficial de ver, presenciar y sentir a Él. Esto se logra mediante los ojos de la fe. La persona que practica 100% la fe cristiana, puede ver, presenciar y sentir a Dios. Aparte de eso, el cristiano puede ver a Dios en las obras de la naturaleza. Sabemos, por ejemplo, que una pintura bien presentada, refleja muchos detalles acerca del pintor que la diseñó. Así mismo, las cosas o entidades naturales reflejan al Creador; y de esto yo sé que la mayoría de las personas tienen conocimiento. Recuerdo que cuando yo tenía 10 años de edad, estando en los bosques tropicales yo veía tantísimos reflejos del Creador. Recuerdo que a esa edad, estando en los bosques, yo solía decir o pensar: «Se ve que en esta parte de esta planta, en su diseño intervino una inteligencia» Y eso era así porque los detalles presentes obviamente indicaban que hubo uso intelectual en los diseños. Es como cuando una persona va a la cima de una montaña alta, y allá se encuentra el cascarón de un reloj de mano. Esa persona en seguida piensa que si eso no fue arrojado desde un avión que sobrevolaba, alguien ya estuvo en ese sitio.

La Biblia cristiana enseña que Dios usa lo necio del mundo para evergonzar a los sabios, quienes ponen toda su confianza en su propia sabiduría (1 Corintios 1:27a). A las personas de esta índole se les hace difícil ver a Dios con los ojos de la fe; o ver a Dios en las creaciones naturales. De esto se desprende que Dios también usa lo que para el hombre es insignificante; y Dios lo usa para Él mostrarse a aquellos que le buscan (ver Miqueas 5:2). De ahí es que, basado en esto, se entiende que Jesús (Cristo), siendo un Rey de reyes y un Señor de señores (Apocalipsis 17:14), hubo de nacer no solo en una ciudad insignificante, sino también en un pesebre de animales; en vez de nacer en una ciudad fabulosa con un hospital lujoso. Siendo Dios así, ¿No sería que Dios usó el planeta Tierra, un lugar aparentemente insignificante en el universo, para Él darse a conocer?

La foto de arriba es de la niña Yomaira Reyes Tejada de 7 años de edad. Ella "se arrastra por el suelo como una serpiente"; porque "tiene sus piernas tan débiles que no puede sostenerse ni un minuto de pie", según afirma el autor de la foto. Sin embargo, aparte de ser una foto la cual posee hermosura superior (vista amplia; ampliarla usando el mouse/ratón), el cristiano de fe pura puede ver a Dios pintado en esa foto. No olvidemos que Yomaira, así como ella es, es una creación a la imagen de Dios (Génesis 1:26,27). Además de eso, puesto que Dios usa lo insignificante para mostrar a Sí Mismo, esa foto de ella es como si fuera una foto de Dios mismo. Por eso yo puedo decir que en los momentos que la persona tomó la foto, Dios estuvo ahí como diciéndole: «Tómame una foto...a mí» A esto se le añade lo que en San Lucas 17:2 Jesús (Cristo) dijo: cuando afirmó que el que le hace daño a una niña como Yomaira «Mejor le fuera que se atase al cuello una piedra grande y pesada y se arrojase con la piedra al fondo del mar»

La conclusión es que muchas veces Dios está bien cerca. Sin embargo, no captamos su presencia.

NOTA: Foto propiedad de ComederoDigital.com y usada con permiso. Si desea cooperar en las sirugías para corregir los defectos físicos de Yomaira, puede ver más información en http://www.comederodigital.com/.

martes, 1 de septiembre de 2009

¿POR QUÉ NO SOMOS TODOS BLANCOS O TODOS NEGROS?

En una ocasión alguien envió esta pregunta; y yo estuve muy interesado en poner una respuesta a esa pregunta de por qué no somos todos blancos o todos negros, según el color de la piel. Creo que esta es una pregunta muy interesante. Primero que todo, mi entender es que tanto Adán como Eva eran los dos de piel de un mismo color (sean blancos, negros o entre estos dos colores). Y mi entender también es que los descendientes inmediatos de Adán y Eva tenían el color de ellos dos.

Según los relatos bíblicos, hemos aprendido que con el correr del tiempo y debido a la maldad humana, Dios con el diluvio destruyó a toda la humanidad. Pero en el proceso se salvaron 8 personas, porque ellos aceptaron a Dios con fe y obediencia. Este grupo de 8 personas resultó ser la familia de Noé. Con el tiempo, las personas de la familia de Noé también se multiplicaron y crecieron en número. Al mismo tiempo, la humanidad descendiente de Noé, ante los ojos de Dios se estuvieron inclinando de nuevo hacia el mal como lo hicieron los antepasados de ellos; y dentro de la tendencia de los humanos, que no era a favor de Dios, ellos quisieron entonces construir la torre llamada «de Babel» Fue entonces cuando Dios los confundió y los dispersó por toda la tierra.

Esto se entiende claramente que fue así, porque para entonces no existían los cinco continentes tal como se conocen hoy en día. O sea, que los cinco continentes estaban unidos y solo existía una gran masa de tierra seca y posiblemente un gran océano, que también posiblemente era el océano Pacífico (podemos sentirnos seguros que el océano Atlántico NO existía para entonces).

A partir de entonces, los continentes se fueron separando debido a la Deriva Continental (ver en geología o buscar en el internet qué es la Deriva Continental). Es posible que cuando Dios dispersó a la humanidad, la Deriva Continental ya estaba en inicio. Pero todos los continentes e islas estaban lo suficientemente juntos para que los humanos se dispersaran sin problemas por todo el globo terráqueo; por tierra seca; y así todas las tierras del mundo quedaron pobladas por humanos localizados por todas partes. Con el tiempo, la Deriva Continental formó los cincos continentes (Europa, Asia, América, África y Oceanía), los cuales para el tiempo cuando ya se distinguían como continentes, ya estaban poblados por humanos debido a la dispersión, la cual es mencionada en Génesis capítulo 11.

Los humanos ubicados en esos cinco continentes fueron afectados por los factores climáticos de cada continente; y posiblemente fueron afectados también por factores gravitacionales (o de otras índiles) que actúan dentro de las regiones de cada continente de la tierra. De ahí resultó que las personas orientales tienen sus características faciales distintivas, las cuales indican al observador que esas personas son orientales. Los de África tienen su color distintivo, lo cual indica que esas personas son africanas. Los de Escandinava (Dinamarca, Suecia y Noruega) resultaron con el color de la piel así de blanca como se les conoce hoy en día. Los aborígenes de Australia también tienen sus características bien distintivas; lo mismo sucede con los aborígenes del Amazona. ¿Y qué decir de los esquimales del Polo Norte? También ellos tienen sus características especiales.

Eso quiere decir que si fuera posible remover todos los orientales de los países asiáticos y poner en lugar de ellos habitantes puros del África, con el tiempo las características africanas (piel negra, por ejemplo) de ellos desaparecerían y aparecerían en ellos las características peculiares que se observan hoy en día en los orientales.

Todo eso resultó al dispersarse la humanidad y al separarse los continentes. Eso es tan así, que cualquier persona puede ver la diferencia entre los individuos blancos de Europa y los blancos de las Américas. Yo residí 5 años en Europa y durante ese lapso de tiempo yo venía de vez en cuando a Estados Unidos de América por varios días o por un mes; y yo claramente notaba la diferencia de color entre las personas blancas europeas y las blancas de Estados Unidos. A mí me parecía como si los blancos de Estados Unidos son copias de los blancos europeos. Por supuesto que sabemos bien que las personas blancas de Estados Unidos descienden de personas blancas europeas. Sin embargo, las personas blancas de Estados Unidos han sido afectadas por los factores naturales de esa región de la tierra y por eso hoy en día se notan ciertas diferencias con respecto a los habitantes naturales de Europa.