lunes, 24 de agosto de 2009

ENTES RAZONANTES O ESPIRITUS

Toda persona en el mundo ha escuchado de la posibilidad de la existencia de los entes razonantes (espíritus), los cuales son visualizados como entidades que son independientes de la materia, de las leyes naturales y posiblemente del tiempo. Por tanto, estos entes razonantes son inmateriales y posiblemente existen en cantidades comparadas con las estrellas del universo. Pero el hombre ha sido por naturaleza incapaz de detectar esas entidades por medio de los 5 sentidos; o por medio de algún aparato inventado. Sin embargo, sabemos que el concepto generalizado, mayormente entre los cristianos, es que cada ser humano conlleva en su interior por lo menos una entidad razonante.

Se supone que los entes razonantes existen en diferentes grados. Puesto que a Dios se le tiene como un Ser Espiritual Supremo, se le debe considerar como el Ser Espiritual Quien posee el Grado más Superior. Bajo este punto de vista, Jesucristo ha sido el Individuo que ha poseído la Entidad Razonante más sublime. Por eso su categoría es segunda, después de Dios. Jesucristo llamó a su propia Entidad «El Hijo del Hombre»

Pero, ¿existen de veras los entes razonantes? Según la Lógica, solo pueden haber dos posibilidades:
A) Existen los entes razonantes;
B) No existen entes razonantes (espíritus).

Suponiendo que la realidad es la posibilidad (B): No existen entes razonantes. Si estos no existen, entonces eso quiere decir que la mente humana está funcionando al estilo de las computadoras. Por ejemplo, en una computadora moderna, de las más modernas, para hacer los prodigios que con esa máquina se hace, el fundamento de eso está en las actuaciones juntas de un conjunto de leyes naturales que el hombre ha puesto como principios funcionales en ella. Así mismo, si no existen los entes razonantes (espíritus) las acciones conjuntas de leyes naturales que la Naturaleza ha puesto en el cerebro humano, están actuando en el mismo, de tal forma que capacita al hombre para distinguir por medio del cerebro la diferencia entre el bien y el mal. Esto permite entonces al hombre, hacer pensamientos abstractos y todas esas cualidades mentales que distinguen al hombre de los animales.

Si esa es la base del cerebro humano (sin un ente razonante), entonces ha de esperarse que existan condiciones similares y también condiciones más avanzadas en algún otro lugar del universo. También en ese caso, por sí mismos deben existir "cerebros inertes" en algún otro lugar del universo. Tan inertes como las computadoras pero que saben distinguir entre el bien y el mal.

En otras palabras, en ese caso, siendo cerebros inertes no es necesario la intervención de materias orgánicas (al estilo de una computadora) para que exista una condición tan capacitada o más capacitada que en el humano, porque lo que opera es las acciones en conjunto de las leyes naturales que actúan en tales cerebros inertes (independiente de las materias orgánicas); tal como una computadora no requiere de materias orgánicas.

Sin embargo, aún en ese caso se puede abogar a favor de la existencia de los entes razonantes o espíritus (posibilidad A): Veamos

El universo es inmenso más allá del entendimiento humano. Piensa en esto: En el universo visible los astrónomos y cosmólogos estiman que hay más de 100 mil millones de galaxias. Cada galaxia contiene de 200 mil a 400 mil millones de estrellas, con luz propia. Nuestra galaxia, llamada Vía Láctea, es una galaxia típica; y los astrónomos y cosmólogos estiman que posiblemente la Vía Láctea contiene unos 400 mil millones de estrellas. Cada estrella se estima poseer un sistema planetario. Posiblemente algunas estrellas poseen cientos de planetas. Nuestra estrella, el Sol, posee solo 9 planetas o menos, según la visión moderna; donde el planeta Tierra es uno de ellos (se estima que para una tripulación viajar desde la Tierra a la estrella más cercana, llamada Próxima Centáuro, con la tecnología de hoy en día, se requieren más de 138,000 años viajando).

Sabemos que muchas de las condiciones naturales que se hallan en el planeta Tierra no son por lo general las más sobresalientes cuando se las mira a escala universal. Por ejemplo, el tamaño de la Tierra es insignificante cuando se compara con el de otros cuerpos del Universo. A escala universal, el calor más elevado que se halla en la tierra es insignificante cuando se compara con el calor hallado en otros puntos del Universo. Hasta ahora no hay nada (excepto la existencia del hombre) que sea de mayor significado en grado o tamaño en la Tierra que en otro punto del Universo.

Se supone que el cerebro humano es la condición más perfecta que se conoce en la Tierra. Pero a escala universal, el hombre tiende a pensar que deben existir en otras partes del Universo, condiciones tan perfectas como el cerebro humano (por eso los científicos con el programa llamado SETI tienen cerca de 50 años tratando de hallar extra-terrestres); y como ya vimos, no todas las condiciones naturales que se hallan en la Tierra son, a escala universal, las más sobresalientes. Por tanto, el hombre se ve forzado a pensar que deben existir en otros puntos del Universo (fuera de la Tierra) condiciones más perfectas que el cerebro humano. Lo que quiere decir que en otros puntos del Universo, según el pensar del hombre, debe existir condiciones con mayor capacidad intelectual que el cerebro humano; con un grado mucho mayor para distinguir entre el bien y el mal.

En este caso, posiblemente la capacidad del cerebro humano es insignificante (a escala universal) cuando se compara con la capacidad intelectual de otras condiciones en otros puntos del Universo. Esto conlleva a pensar que esas condiciones tienen una capacidad intelectual tan inmensa y una civilización tan avanzada (digamos, de miles de millones de años), que posiblemente ya han aprendido a existir fuera de su cuerpo (o de la materia). Se puede decir que son capaces de existir como entes razonantes; porque sus grados de razonamiento y sus experiencias de miles de millones de años (con la condición de que no se han aniquilado unos con otros en una guerra general) son tan elevados que la ciencia médica de ellos les ha permitido aprender a existir fuera de sus cuerpos materiales (fuera de la materia). Esto es en base a que la ciencia médica del hombre, cada día va en avance; cada día se conoce más acerca del cuerpo humano.

Bajo esta hipótesis, se puede decir que en el planeta tierra el cerebro humano es una condición natural de un grado sapiente (en conocimiento) bajo, cuando se lo compara con otras en otros puntos del universo. Tan bajo que todavía no le ha permitido aprender a existir fuera del cuerpo material en que está naturalmente localizado. Sin embargo, la ciencia médica del hombre está siempre avanzando; y cada día que pasa se conoce más acerca de «esta casa en la cual habitamos» (el cuerpo humano). Yo me acuerdo cuando se hizo el primer trasplante de corazón. Pero, ¿Podrá la ciencia médica humana llegar hasta esos extremos?

Tal como ya se dio a entender, el hombre tiende a pensar o a imaginarse que existen otros seres en otros puntos del inmenso Universo. Se imagina que esos seres están tecnológicamente más avanzados que el hombre en la Tierra. Muchos piensan en extra-terrestres que poseen una mentalidad (capacidad intelectual) extraordinaria, cuando se la compara con la del hombre. De hecho, en vista de la inmensidad del Universo, el hombre no puede dejar de imaginarse la existencia de otras civilizaciones en otros galaxias (y aún dentro de nuestra propia galaxia, La Vía Láctea).

Si el hombre no puede dejar de pensar en la posibilidad de que en el Universo existen otros seres con capacidad de distinguir entre el bien y el mal pero mucho más avanzados que el hombre, entonces el hombre no puede descartar la existencia de seres con una capacidad intelectual muchísimas veces más superior que la que él posee. De aquí se deduce que en vista de la gran capacidad intelectual y del tiempo que se supone han estado utilizando sus dones intelectuales, el hombre entonces tendrá que aceptar que lo más probable es que los avances científicos, tecnológicos y médicos de ellos les han permitido idear cómo existir en un cuerpo que no se envejece; o cómo existir fuera de un cuerpo material, reduciendo así el envejecimiento a cero. Si este es el caso, ellos entonces al poder existir fuera de un cuerpo material se convierten, ya sea permanentemente o temporalmente en entes razonantes (lo que significa estar en un estado espiritual).

Por tanto, para aquellas personas que tienen dudas, como los ateos, se les puede decir que, aunque no hay medios para demostrarlo, nunca se puede definitivamente descartar la existencia de entes razonantes (espíritus). Además, Jesucristo, el pensador más grande que ha existido, habló de los espíritus de tal forma que para Él no hay dudas de que de veras existen.

La pregunta es: ¿De veras existen seres en otros puntos del universo así de avanzados? ¿Será posible que un día la ciencia médica del hombre llegue hasta esos extremos?

CONCLUSIÓN: El hombre va a tener que aceptar sin duda alguna, la posibilidad de la existencia de los espíritus (entes razonantes).

De lo ya expuesto se deriva lo siguiente: Algunas personas han afirmado haber visto o sentido aquí en la Tierra, seres provenientes de otros lugares del Universo (extra-trerrestres). ¿Acaso son ellos seres que intencionalmente se salen de sus cuerpos materiales para así viajar por todo el Universo? Si ese es el caso, entonces ellos no necesitan del uso del tiempo ni de un cuerpo material para moverse de un punto a otro sin importar la distancia.

En realidad, yo no afirmo ni niego la existencia de los extra-terrestres. Pues a veces pienso que dentro del amor grande que Dios nos tiene, en todo el Universo Él creó solamente a nosotros; e inspirado por ese gran amor hacia nosotros creó Dios el Universo, como diciendo: «Todo esto que ustedes ven y que llaman Universo lo he creado exclusivamente para ustedes»; y quizás debido a una distorsión del tiempo, nosotros mismos nos vemos en el escenario al que podríamos llegar a existir en el futuro; y esta visión la interpretamos como extra-terrestres.

Sin embargo, no olvidemos que en una ocasión Dios le sugirió a Moisés la posibilidad de Él empezar un nuevo génesis de personas; de gentes diferentes (ver Éxodos 32:9-10). También no olvidemos que desde un principio nosotros hemos sido rebeldes a Dios, hasta el punto que Dios ha llegado a exasperarse debido a nuestras conductas (ver Génesis 8:21; Éxodo 32:9-10). ¿Creó Dios entonces, otras primeras parejas (Adán y Eva) en otros puntos del Universo, los cuales han sido menos sediciosos?

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