viernes, 29 de julio de 2016

EL TEMA DE LA FE


EL TEMA DE LA FE



Una característica del cristiano genuino es la necesidad que tiene de aceptar por fe muchas enseñanzas cristianas imprescindibles. Se puede afirmar categóricamente que LA FE es la piedra angular del cristiano. Jesucristo, el fundador del cristianismo, muchas veces buscaba confirmar, si alguien que se le acercaba buscando ayuda, que ese alguien tenía suficiente FE de que su problema se iba a resolver (Lucas 7:9, por ejemplo). De hecho, se puede afirmar que, en el cristiano, mientras más grande es su fe en Dios y en Jesús (Cristo), más grande es la unión de ese cristiano con Dios y Jesús. O sea, la relación entre un cristiano con Dios y Jesús tiene que estar intrínsecamente basada en la fe. Por eso a Abraham de la Biblia se le llama “El Padre de la Fe”. Porque prácticamente este patriarca se relacionaba con Dios teniendo que creer y tener fe en todo lo que provenía de Dios. La Biblia dice también que «Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver la muerte» (Hebreos 11:5).


Para el cristiano genuino esto se justifica, ya que a Dios le visualiza-mos como el creador del Universo. El Universo grandioso al cual los científicos están constantemente olfateando, por decirlo así. Porque es obvio que nunca los científicos podrán describir todas las verdades contenidas en el Universo, incluyendo poder establecer a ciencia cierta cuántos átomos se encuentran en el Universo.



Siendo Dios el Creador del Universo, es obvio que hay que aceptarle basado en la FE. Porque si su creación llamada Universo hace que, en una visualización profunda, uno se sienta intelectualmente como un carro atascado en el lodo (sin salida mental), ¿Qué se espera entonces del Creador? ¿No hay que tener FE en él? Y aún entre los hombres, ha sucedido que muchas afirmaciones de algunos hombres han tenido que ser aceptadas por FE. Por eso unos más que a otros, científicos súper-avanzados (como Alberto Einstein, por ejemplo) muchas veces se les han aceptado sus afirmaciones simplemente por Fe en él; porque tales afirmaciones están más allá de lo común. Eso explica que con más razón con Dios hay que practicar LA FE con Él.



El hombre natural piensa y cree que LA FE tiene conflictos con la ciencia. Él cree y tiende a buscar que todo debe hacerse “a ciencia cierta”. Por eso es que el hombre natural tiene la tendencia de rehusar practicar la fe en un Dios Todopoderoso; y, por ende, rehúsa practicar la fe que Jesucristo demanda al creyente (ver 1 Corintios 2:14). A este grupo de personas pertenecen los que se declaran ser ateos. Ellos creen que FE cristiana y la ciencia jamás se mezclan. Sin embargo, ellos no visualizan que eso no es así. La misma ciencia, en su búsqueda muchas veces tiene que usar LA FE. Porque la ciencia muchas veces está indagando por verdades que ella CREE que están en un estado oculto; no es que la ciencia siempre está completamente segura de que la verdad que busca está ciertamente ahí donde la busca, sino que muchas veces la ciencia tiene LA FE o cree que hay una verdad la cual debe hallar; y la busca con LA FE de hallarla.



Tenemos, por ejemplo, el caso de SETI (Search for Extra-Terrestial Intelligence, en inglés). En este proyecto se busca y se busca; tratando de hallar vida inteligente en otro lugar del Universo. Desde el año de 1960 el Gobierno de Estados Unidos y proyectos privados financiados por universidades y otras fuentes, han gastado miles de millones de dólares en la búsqueda de vida extra-terrestre. Los operadores de SETI, que se creen científicos, tienen LA FE de un día poder hacer contacto con seres vivos inteligentes en otro planeta del universo.



El proyecto SETI ya tiene unos 56 años de haber sido fundado y ha estado en operación continua desde entonces. Pero hasta ahora los patrocinadores no han logrado obtener resultados ciertamente positivos. En el proyecto SETI, es indudable que los patrocinadores y los científicos envueltos tienen LA FE de un día poder decir: “Hemos tenido contacto con seres inteligentes de otro lugar lejano de la tierra”. Esto claramente indica que la ciencia misma, muchas veces usa LA FE en su búsqueda científica de la verdad.



En cambio, nosotros los cristianos genuinos aceptamos de corazón LA FE que demanda Jesús (Cristo). Ahora, si la ciencia muchas veces tiene que trabajar basada en cierta FE, entonces ante el mundo se justifica que el cristiano practique LA FE bíblica; LA FE abrahámica que encontramos en la Biblia; la fe de Enoc. Sin embargo, muchos creen que LA FE del cristiano no tiene validez; creen que es algo infundado (sin fundamente). Estas personas no toman en cuenta que ellas mismas muchas veces tienen que usar cierto grado de FE en su diario vivir. Porque como dijo alguien, a todos se nos aplica que “las cosas que sabemos no representan ni el mínimo de las cosas que ignoramos”. El incrédulo que no tiene fe, se ve forzado a aceptar por FE, que para el día de mañana todavía estará con vida.


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