Versículo San Juan 1:1
«En
el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios» (Biblia
Reina-Valera 1960)
El versículo San Juan 1:1 se
puede dividir en dos: a) De quien
se habla; y b) Lo que se dice
de esa persona. Vamos a ver de quien se habla: Se habla del Verbo o Palabra viva. Esta declaración
acerca del Verbo se halla exclusivamente en los escritos de Juan el
Evangelista. Cuando Cristo andaba entre los judíos se enseñaba que “la Palabra de Dios” es una misma cosa
que Dios. ¿Por qué Juan el Evangelista llama a Cristo el Verbo? Porque Jesús es
«El Unigénito Hijo, que está en el seno
del Padre, él le ha dado a conocer», tal como lo dice el versículo San Juan 1:18.
Hay dos clases de palabras:
1) La palabra que se piensa; y,
2) la palabra que se expresa.
La palabra que se piensa la
llamamos concepto; y es el producto
de lo que concebimos en la mente. En este sentido, Cristo es perfectamente llamado el Verbo de Dios, porque es el Unigénito Hijo del Padre; que conoce
a Dios como a Sí Mismo. Además, en Su mente infinita, Dios tiene a
Cristo como su Hijo Unigénito o Único.
El famoso filósofo francés,
René Descartes, decía: «Pienso, luego existo» Esa era la base de su filosofía, ya que de nada estaba tan seguro como de que pensaba.
Ahora, si eso ocurre en un ser humano, ¿Que podemos decir de la mente
divina, cuyo concepto es una Palabra
viva y sustancial? En Mateo 3:9 leemos que «...Dios puede levantar hijos a Abraham aun
de estas piedras» Eso es
porque las palabras pensadas por Dios son palabras
vivas. Por eso Jesucristo es el Verbo de Dios; y verbo significa “acción” (principalmente
en gramática). Por tanto, las palabras pensadas por Dios conllevan “acción” también.
Dijimos
que hay dos clases de palabra, y hemos estado tratando la palabra que se piensa.
Dijimos que la otra clase de palabra es la palabra que se expresa al exterior;
pues es un medio de comunicación de lo que pensamos.
Y mediante ella nos relacionamos con las demás
personas. En este sentido, Cristo es la Palabra
de Dios; y de eso nos habla la Biblia en Hebreos 1:2, ya que en ese versículo
leemos que «En estos últimos días nos ha hablado [Dios] por
medio del Hijo» O sea, que
Jesucristo nos ha hablado en lugar de Dios, acerca de lo que Dios quiere
decirnos (ver Éxodo 20:18 y 19).
Cuando
declaramos algo con la boca por medio de
palabras, se dice que se ha dicho verbalmente. Por tanto, según Hebreos 1:2 Dios
nos ha hablado verbalmente por medio
de Jesucristo; y esto determina que Jesucristo
es el Verbo. Recordemos que cuando estábamos en la escuela, en los primeros
cursos aprendimos que el verbo es la parte activa en una oración gramatical; es
lo que le da sentido a la oración. Asimismo, Cristo da sentido a las cosas de
Dios; porque él nos habla en lugar de Dios para que entendamos quién y cómo es
Dios; y la vez, nos pone en claro la mente de Dios
con respecto a nosotros.
Es importante notar que sólo
Cristo podía declararnos con toda precisión,
exactitud y profundidad la mente de Dios; y eso es porque:
1) Solo
Cristo conoce exhaustivamente a Dios. En Mateo 11:27 Jesús dijo: «...Ni al Padre conoce alguno,
sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar»
2) En todo lo que hacia y decía, Cristo era Dios manifestado en carne humana, lo cual está respaldado por lo
que leemos en 1 Timoteo 3:16 que dice: «Dios
fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado
a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria»
Por
tanto, Cristo es la Palabra de Dios Encarnada,
como se ve en Juan 1:14. Es decir, que Cristo es la traducción más
exactamente posible de Dios al lenguaje
humano; de tal modo que quien ve a Jesús,
ha visto a Dios, tal como leemos en Juan 14:9. Podemos decir que Juan el
Bautista era una voz (San Juan 1:19-23); pero Cristo es el Verbo (o Palabra); y el verbo siempre conlleva acción.
Ya para finalizar, en Juan
1:1 leemos: «En el principio era el Verbo»
Esto nos declara la existencia de
Jesucristo, no solo antes de encarnarse, sino Su existencia desde toda la
eternidad. El mundo existe desde que
Dios lo creó, pero el Verbo ya existía antes de eso; aun antes de que
Dios pusiera el tiempo en marcha. Los científicos dicen que el tiempo comenzó a
transcurrir, cuando apareció el universo (aunque la mayoría de ellos no quieren
creer que Dios creó el universo). Pero el que era en el principio (Jesucristo) no comenzó cuando el tiempo y el universo
empezaron a existir. Sino antes de eso porque para entonces ya existía.
También en San
Juan 1:1 leemos: «Y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios» Esto quiere decir que Jesucristo coexistía con Dios.
Dios
les bendiga y les guarde a todos.
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