MITOS SOBRE LA MADUREZ ESPIRITUAL
MITO #1 SOBRE LA MADUREZ: ◄El crecimiento espiritual es automático, una vez
se haya nacido de nuevo►
Muchas
iglesias creen en este mito, porque no tienen un plan organizado para
comunicarse con los recién nacidos/convertidos. Tampoco tienen ninguna
estrategia comprensiva para desarrollar la madurez de los miembros. Ellos dan
por sentado que los cristianos automáticamente madurarán, si asisten a los
cultos de la iglesia.
LO
CIERTO ES QUE EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL ES INTENCIONAL. Exige de la persona una
dedicación al crecimiento. La persona debe desear crecer; decidir crecer; y
hacer un esfuerzo para crecer. Si el crecimiento espiritual fuera automático, a
esta fecha hubiera más cristianos en todo el mundo, ya que, con solo escuchar
una porción de una prédica, la persona comenzaría a crecer espiritualmente y
automáticamente. Sin embargo, este no es el caso.
Mito #2: ◄El crecimiento espiritual es místico, y la madurez la logran solo
unos cuantos elegidos►
LO CIERTO ES QUE EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL ES MUY
PRÁCTICO. Cualquier creyente puede madurar si
desarrolla los hábitos necesarios para el crecimiento espiritual. San Pablo con
frecuencia comparaba la preparación para la vida cristiana con la manera en que
los atletas se preparan y se mantienen en buena forma física. Es necesario
prepararnos espiritualmente. Cristo estuvo en el desierto por 40 días y 40
noches; y de seguro que allá se preparó más, espiritualmente hablando.
Nosotros
tarde o temprano tendremos que abandonar esta vida física e irnos a la vida
espiritual; y para eso tenemos toda la vida que Dios nos presta; para
prepararnos espiritualmente y estar listos para pasar una eternidad con Cristo.
Pero si no estamos listos……y sabiendo que nadie sabe hasta cuándo Dios nos
prestará la vida. Por eso hay que aprovechar el tiempo y prepararnos para una
transición suave y segura.
Mito #3: ◄El crecimiento espiritual puede ocurrir instantáneamente si tan solo se logra encontrar la clave correcta►
Muchos cristianos sinceros
pasan toda su vida buscando sinceramente una experiencia, una conferencia, un
avivamiento, un libro, o una sola verdad que los transforme instantáneamente en
un creyente maduro. Su búsqueda es inútil. LO CIERTO ES QUE EL CRECIMIENTO
ESPIRITUAL ES UN PROCESO GRADUAL DE DESARROLLO. No hay acortamientos en
el camino a la madurez. Quizás por eso Cristo solía decir: «Mi tiempo aún no ha
llegado» (San Juan 2:4).
Mito #4: ◄La madurez
espiritual se mide por lo que se sabe►
Muchas iglesias evalúan la
madurez espiritual solamente a base de cuán bien usted pueda identificar
personajes bíblicos, interpretar pasajes bíblicos, citar versículos bíblicos, y
explicar la teología bíblica. Aunque el conocimiento de la Biblia es
fundamental para la madurez espiritual, no es la medida total de ella. LO
CIERTO ES QUE LA MADUREZ SE MUESTRA MÁS CON EL COMPORTAMIENTO QUE CON LAS
CREENCIAS. La vida cristiana no es solo un asunto de credos,
convicciones y conocimiento; incluye la obediencia a Dios, la conducta y el
carácter. Por su obediencia total, Dios exaltó a Cristo hasta lo máximo
(Filipenses 2:5-11).
Mito #5: ◄El crecimiento
espiritual es un asunto personal y privado►
Esta es una aberración
(error) norteamericana con la verdad. La idolatría del individualismo en
nuestra cultura ha influenciado la manera en que pensamos sobre el crecimiento
espiritual. Mucha de la enseñanza sobre la formación espiritual se basa y se
concentra en el yo, sin ninguna referencia a nuestra relación con los demás
cristianos. Esto es totalmente no bíblico e ignora mucho del Nuevo Testamento.
LO CIERTO ES QUE LOS CRISTIANOS NECESITAMOS DE LAS RELACIONES PARA CRECER. No
crecemos en el aislamiento, sin los demás. Nos desarrollamos en el contexto de
la confraternidad.
Mito #6: ◄Lo único
necesario para ayudar a crecer es el estudio bíblico►
Muchas iglesias
evangélicas han sido establecidas sobre este mito. Algunos las llaman “iglesias
de sala de clase”. LO CIERTO ES QUE ES NECESARIA UNA VARIEDAD DE
EXPERIENCIAS CON DIOS PARA PRODUCIR LA VERDADERA MADUREZ ESPIRITUAL. Además del estudio bíblico, son necesarios
las experiencias de adoración, el ministerio, la confraternidad, y el
evangelismo. En otras palabras, el crecimiento espiritual ocurre como resultado
de la participación en todos los cinco propósitos de la iglesia.
Durante Su estadía en
Israel como persona, Cristo estuvo activo en todos los cinco propósitos de la
Iglesia. Porque él buscaba conocimiento de las escrituras (San Mateo 4:4,7),
adoraba al Padre (San Lucas 4:8), se encargaba de Su ministerio (San Marcos
3:13-19), convivía con los discípulos y la gente (San Mateo 4:40-42) y estuvo
dedicado a la evangelización (San Mateo 9:35). Los cristianos maduros hacen más
que estudiar la vida cristiana—ellos la experimentan.
Que Dios le bendiga