EL PARAISO: ¿SABE USTED QUE ES?
La Palabra PARAISO aparece solamente en 5 pasajes en la
Biblia: 2 en el Antiguo Testamento, y 3 en el Nuevo. Los pasajes más importantes y significativos son
los que aparecen en el Nuevo Testamento; pues tienen un significado SUPRAMUNDANO o EXTRATERRENO. Millones
de cristianos han leído el diálogo que sostuvo nuestro Señor Jesucristo con uno de los dos ladrones en el
Gólgota. Allá, éste ladrón a Jesús dijo: «Acuérdate de mí cuando vengas en tu
reino» Entonces Jesús le dijo: «De cierto te digo, hoy estarás conmigo en el
paraíso» (San Lucas 23:42).
A muchos estudiantes de la Biblia se les hace difícil
comprender qué fue lo que Jesús quiso decir con la palabra PARAÍSO. También para
muchos cristianos, el paraíso es sinónimo de CIELO. Entonces, para estos
cristianos, Cristo le prometió
al BUEN LADRÓN que estaría con él en el Cielo –– en ese mismo día (HOY). Pero
Jesús no usó la palabra cielo, sino PARAÍSO.
Además, Jesús no ascendió al Padre en ese mismo día de su
muerte; ni en el siguiente; ni en el día de su resurrección (al tercer día),
sino 40 días después de su resurrección.
En una ocasión, a María Magdalena, Cristo dijo: «No me
toques, porque aun no he subido a mi Padre» (San Juan 20:17). Jesús dijo esto después de resucitar.
También en Hechos 1:3 leemos que
Cristo permaneció, después de resucitar, 40 días más con sus discípulos para
hablarles acerca del reino de Dios. Entonces, ¿cómo
pudo haber cumplido Jesús su promesa al BUEN LADRÓN, si verdaderamente Jesús no subió al Cielo, sino después de 43 días de su
muerte? Por eso, aquí tenemos una verdad que requiere una explicación. ¿Cuál es
la verdad de este asunto?
Recordemos que, en una ocasión, después de Jesús
resucitar, estaban reunidos los apóstoles; pero Tomás no estaba con ellos.
Cristo apareció entre estos apóstoles (San Juan 20:19). Cuando Tomás se reunió
con los apóstoles, éstos le dijeron que habían visto a Jesús. Tomás dijo que,
si no viere en las manos de Jesús las señales de los clavos y metiere un dedo en
el lugar de los clavos, él no creería que Jesús apareció. Ocho días después
Jesús apareció de nuevo entre los apóstoles y Tomás estaba también con ellos.
Jesús dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo, y mira mis manos, y acerca tu mano y
métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente» (San Juan 20:27).
¿Estaba Jesús allí cuando Tomás expresó sus condiciones
para creer que Cristo había aparecido?
Parece como que Jesús estaba con los discípulos, sin ellos darse cuenta.
Del mismo modo, ¿estaba Jesús en el Paraíso cuando el alma y espíritu del
ladrón creyente llegó allá? Posiblemente sucedió algo así, como en el caso de
Tomás; y aunque Jesús no subió al Padre el mismo día cuando fue crucificado,
sin embargo, cumplió la promesa de estar en el Paraíso cuando dijo: «De cierto
te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso»
Yo tengo entendido que el Paraíso es la antesala del
lugar donde mora Dios y los ángeles (San Juan 14:2-4). El Paraíso es como una
OFICINA DEL CIELO; por donde es necesario pasar antes de morar con Jesús. También
tengo entendido que en el Paraíso están las almas de las personas que han
muerto y que calificarán para estar en el Reino de Cristo, cuando el Señor
regrese a esta tierra (ver Apocalipsis 6:9-11). En San Juan 3:13 la Biblia da a
entender que nadie ha subido al Cielo, sino el que descendió del Cielo (el Hijo
del Hombre, que es Jesús).
Cuando Cristo REGRESE, estas almas saldrán del Paraíso y
se reunirán con los que aun estén vivos («los que vivamos, los que hayamos
quedado» à dice la Biblia); y que calificarán (o
calificaremos) para ser subido fuera de esta tierra durante el arrebato; y
estar en el aire con Cristo (ver 1 Corintios 15:51-53; 1 Tesalonicenses
4:16-17).
En 2 Corintios 12:2-4 está el segundo pasaje del Nuevo
Testamento que nos habla acerca del Paraíso. En este pasaje bíblico, San Pablo
estuvo hablando de que el Paraíso está en el TERCER CIELO; y en otra ocasión
dijimos que el Tercer Cielo es donde residen Dios y los ángeles de Dios. Pablo
en este pasaje bíblico dijo que cierta persona fue arrebatada al Tercer Cielo y
que también fue arrebatada al Paraíso. Es interesante observar que Pablo dijo
que ese arrebatamiento pudo haber ocurrido EN EL CUERPO o FUERA DEL CUERPO; y
que ésta persona arrebatada (muy probablemente el mismo Pablo) oyó palabras
inefables que no se pueden explicar.
En este pasaje bíblico se entiende que el PARAISO es como
un lugar que está en el TERCER CIELO. Entonces, Pablo primero fue arrebatado al
tercer cielo; y cuando ya estaba en el tercer cielo fue nuevamente arrebatado
al Paraíso, el cual está dentro del tercer cielo.
En el Paraíso están las almas de los muertos en Cristo;
las cuales están durmiendo o descansando (ver Apocalipsis 6:9-11) y lo estarán
hasta el día cuando Cristo regrese a la tierra. En este lugar es donde está el
buen ladrón, a quien Cristo salvó allá en la cruz del Gólgota.
En el momento del arrebatamiento o rapto (1
Tesalonicenses 4:16-17), estos que están en el Paraíso resucitarán primero y
luego los vivos que son de Cristo aquí en la Tierra, serán levantados y se
unirán en el aire (o en las nubes), con Cristo, los ángeles y los que ahora
duermen en el Paraíso.
En varios lugares de la Biblia, leemos que las almas de
los que mueren en Cristo terminan en un estado como si están durmiendo. Algunos
de esos lugares son: 1 Tesalonicenses 4:13; San Juan 11:11; Daniel 12:2; etc. Y
puesto que Jesús aseguró al buen ladrón que estaría con él en el Paraíso; y la
Biblia enseña que nadie ha subido al Cielo, sino Jesús únicamente (San Juan
3:13), lo lógico es deducir que las almas de los muertos en Cristo están en el
Paraíso. Respecto a esto, la mayoría de los exégetas cristianos están de
acuerdo.
Que Dios le bendiga ricamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario