lunes, 8 de agosto de 2016

¿ QUÉ ES EL PARAÍSO?


EL PARAISO: ¿SABE USTED QUE ES?

La Palabra PARAISO aparece solamente en 5 pasajes en la Biblia: 2 en el Antiguo Testamento, y 3 en el Nuevo. Los pasajes más importantes y significativos son los que aparecen en el Nuevo Testamento; pues tienen un significado SUPRAMUNDANO o EXTRATERRENO. Millones de cristianos han leído el diálogo que sostuvo nuestro Señor Jesucristo con uno de los dos ladrones en el Gólgota. Allá, éste ladrón a Jesús dijo: «Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino» Entonces Jesús le dijo: «De cierto te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso» (San Lucas 23:42).


A muchos estudiantes de la Biblia se les hace difícil comprender qué fue lo que Jesús quiso decir con la palabra PARAÍSO. También para muchos cristianos, el paraíso es sinónimo de CIELO. Entonces, para estos cristianos, Cristo le prometió al BUEN LADRÓN que estaría con él en el Cielo –– en ese mismo día (HOY). Pero Jesús no usó la palabra cielo, sino PARAÍSO.


Además, Jesús no ascendió al Padre en ese mismo día de su muerte; ni en el siguiente; ni en el día de su resurrección (al tercer día), sino 40 días después de su resurrección.


En una ocasión, a María Magdalena, Cristo dijo: «No me toques, porque aun no he subido a mi Padre» (San Juan 20:17). Jesús dijo esto después de resucitar. También en Hechos 1:3 leemos que Cristo permaneció, después de resucitar, 40 días más con sus discípulos para hablarles acerca del reino de Dios. Entonces, ¿cómo pudo haber cumplido Jesús su promesa al BUEN LADRÓN, si verdaderamente Jesús no subió al Cielo, sino después de 43 días de su muerte? Por eso, aquí tenemos una verdad que requiere una explicación. ¿Cuál es la verdad de este asunto?


Recordemos que, en una ocasión, después de Jesús resucitar, estaban reunidos los apóstoles; pero Tomás no estaba con ellos. Cristo apareció entre estos apóstoles (San Juan 20:19). Cuando Tomás se reunió con los apóstoles, éstos le dijeron que habían visto a Jesús. Tomás dijo que, si no viere en las manos de Jesús las señales de los clavos y metiere un dedo en el lugar de los clavos, él no creería que Jesús apareció. Ocho días después Jesús apareció de nuevo entre los apóstoles y Tomás estaba también con ellos. Jesús dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo, y mira mis manos, y acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente» (San Juan 20:27).


¿Estaba Jesús allí cuando Tomás expresó sus condiciones para creer que Cristo había aparecido?  Parece como que Jesús estaba con los discípulos, sin ellos darse cuenta. Del mismo modo, ¿estaba Jesús en el Paraíso cuando el alma y espíritu del ladrón creyente llegó allá? Posiblemente sucedió algo así, como en el caso de Tomás; y aunque Jesús no subió al Padre el mismo día cuando fue crucificado, sin embargo, cumplió la promesa de estar en el Paraíso cuando dijo: «De cierto te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso»

 

Yo tengo entendido que el Paraíso es la antesala del lugar donde mora Dios y los ángeles (San Juan 14:2-4). El Paraíso es como una OFICINA DEL CIELO; por donde es necesario pasar antes de morar con Jesús. También tengo entendido que en el Paraíso están las almas de las personas que han muerto y que calificarán para estar en el Reino de Cristo, cuando el Señor regrese a esta tierra (ver Apocalipsis 6:9-11). En San Juan 3:13 la Biblia da a entender que nadie ha subido al Cielo, sino el que descendió del Cielo (el Hijo del Hombre, que es Jesús).


Cuando Cristo REGRESE, estas almas saldrán del Paraíso y se reunirán con los que aun estén vivos («los que vivamos, los que hayamos quedado» à dice la Biblia); y que calificarán (o calificaremos) para ser subido fuera de esta tierra durante el arrebato; y estar en el aire con Cristo (ver 1 Corintios 15:51-53; 1 Tesalonicenses 4:16-17).


En 2 Corintios 12:2-4 está el segundo pasaje del Nuevo Testamento que nos habla acerca del Paraíso. En este pasaje bíblico, San Pablo estuvo hablando de que el Paraíso está en el TERCER CIELO; y en otra ocasión dijimos que el Tercer Cielo es donde residen Dios y los ángeles de Dios. Pablo en este pasaje bíblico dijo que cierta persona fue arrebatada al Tercer Cielo y que también fue arrebatada al Paraíso. Es interesante observar que Pablo dijo que ese arrebatamiento pudo haber ocurrido EN EL CUERPO o FUERA DEL CUERPO; y que ésta persona arrebatada (muy probablemente el mismo Pablo) oyó palabras inefables que no se pueden explicar.


En este pasaje bíblico se entiende que el PARAISO es como un lugar que está en el TERCER CIELO. Entonces, Pablo primero fue arrebatado al tercer cielo; y cuando ya estaba en el tercer cielo fue nuevamente arrebatado al Paraíso, el cual está dentro del tercer cielo.


En el Paraíso están las almas de los muertos en Cristo; las cuales están durmiendo o descansando (ver Apocalipsis 6:9-11) y lo estarán hasta el día cuando Cristo regrese a la tierra. En este lugar es donde está el buen ladrón, a quien Cristo salvó allá en la cruz del Gólgota.


En el momento del arrebatamiento o rapto (1 Tesalonicenses 4:16-17), estos que están en el Paraíso resucitarán primero y luego los vivos que son de Cristo aquí en la Tierra, serán levantados y se unirán en el aire (o en las nubes), con Cristo, los ángeles y los que ahora duermen en el Paraíso.


En varios lugares de la Biblia, leemos que las almas de los que mueren en Cristo terminan en un estado como si están durmiendo. Algunos de esos lugares son: 1 Tesalonicenses 4:13; San Juan 11:11; Daniel 12:2; etc. Y puesto que Jesús aseguró al buen ladrón que estaría con él en el Paraíso; y la Biblia enseña que nadie ha subido al Cielo, sino Jesús únicamente (San Juan 3:13), lo lógico es deducir que las almas de los muertos en Cristo están en el Paraíso. Respecto a esto, la mayoría de los exégetas cristianos están de acuerdo.

Que Dios le bendiga ricamente


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